La tres veces medallista olímpica y múltiple medallista mundial, María del Rosario Espinoza, peleó en mayo anterior su noveno campeonato del mundo consecutivo. Y lejos de cualquier predicción, la mexicana logró una plata que la mete de lleno a pelear una plaza directa a Juegos Olímpicos Tokio 2020. Actualmente es séptima del mundo, a diciembre necesita estar, mínimo, de quinta.
Pero más allá de su gran mérito y hazaña: ¿qué le preocupa y en qué se ocupa la sinaloense?
«Ahorita se juega mucho con la pierna delantera y eso es lo que más he estado trabajando y seguiré trabajando en eso», dijo Espinoza a MasTKD de forma exclusiva en el Manchester Arena. (Ver entrevista completa al final del post)
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Sin embargo, eso no es todo, la azteca dijo que había más aspectos por trabajar y, aunque no detalló en ellos, en una conversación con su entrenador personal Julio Álvarez, se reveló que el aspecto físico es una de las bases fundamentales por pulir.
«Puedo decir que el trabajo ha sido extenuante todos los días, sentar una base para una persona de su edad, un experto sabe que es muy complicado en un deporte de combate; sin embargo, ella ha demostrado esa disciplina y por eso es la más grande del país en la historia del deporte mexicano. Espero que sigamos trabajando de esa manera, de una forma profesional todo el cuerpo multidisciplinario», explicó Álvarez junto a la pista principal del Campeonato Mundial Manchester 2019.
Precisamente, el degaste físico fue lo que pasó factura a Espinoza en la última final del mundo y luego del segundo asalto de esa contienda su respuesta de contraataque fue en modo automático y no estratégica.
La misma María del Rosario lo explicó en la entrevista que dio a este medio de comunicación: «sabía que iba a ser un combate complicado y la verdad fue en el segundo asalto cuando me sentí muy cansada con tanto forcejeo en el clinch, en sí la estrategia no era para estar empujando tanto en el clinch y fue ahí donde ella fue y fue metiendo puntos y sí por ahí ya mis piernas no me respondían para moverme y patear», expresó humildemente la única mexicana con tres medallas olímpicas.
Además, ahondó que las finales se disputan un día después de las rondas preliminares y semis, lo que obliga al cuerpo a carburar casi de forma instantánea. Consideró que ese factor pudo ser fundamental.
Ahora, con una medalla mundial, la competidora de 31 años tendrá un cambio de estrategia para recolectar puntos. Está próxima a disputar el Grand Prix Series de Roma y también el tamizaje interno para ganarse un cupo a los Juegos Panamericanos Lima 2019. Además, según Julio Álvarez, se analiza la posibilidad de ir al Campeonato Panamericano G1 de Portland y el Open Costa Rica G1, en junio y agosto, respectivamente. El estratega reveló que intentará conseguir la mayor cantidad de puntos en América, para evitar el desgaste en viajes extensos.
El 2018 fue, prácticamente, un año sabático para María Espinoza, quien no definía si ya se retiraría o se mantendría en el alto rendimiento. La decisión de volver al ruedo mantuvo en el limbo a miles de propios y extraños, ya que salió a la luz oficialmente a inicios del 2019 y desde entonces Espinoza recorre los eventos top a toda marcha.
Ahora, su única ambición es volver a los Juegos Olímpicos, evento que la convirtió en la atleta mexicana más grande de la historia de su país. Podría estar a las puertas de cuatro Juegos Olímpicos consecutivos.
Esteban Mora, Exclusivo MasTKD.com