Con pocos recursos económicos para salir del país, los equipo argentinos trabajan a base de sus esfuerzos y voluntad para ser cada vez mejores y lograr alguna medalla, pero claro está que el talento existe, solo falta un empujón económico para que todos los segmentos del Taekwondo Argentino puedan tener roce internacional.
Con tres medallas panamericanas, un oro, una plata y un bronce, liderados por los entrenadores nacionales Alejandro Dreiszigacker y Fernanda Garrido, Argentina fue de los destacados en la competencia oficial de PATU, además de obtener los MVP en mejor competidora y coach femenino.
Argentina que desde 2017 se encuentra en las finales, presenta un plan de trabajo a largo plazo llamado DAR (Desarrollo al Alto Rendimiento), en conjunto con la Secretaría de Deportes de la Nación, con formación para todos los entrenadores de atletas medallistas y cursillos de capacitación constante. La idea es que los atletas y entrenadores de todo el territorio manejen los mismos conceptos técnicos y buscar alcanzar el mismo, o el mayor posible, nivel desde norte a sur, este a oeste.
Un labor sin descanso por parte de los entrenadores personales de cada atleta fue el resultado de las medallas en República Dominicana, en el Open G1 la cosecha fue más grande, ya sin nervios entre los más novatos, se alcanzó un total de 9 preseas, 1 de oro, 2 de plata y 6 de bronce, lo cual refleja una labor en conjunto del cuerpo técnico nacional, a cargo de Jeovanni Baeza y el minucioso estudio de cada entrenador. En relación a la edición anterior ambos eventos ampliaron su medallero.
Con parte del presupuesto destinado al Team Sub18, Argentina en el 2022 participó del Panamericano en Costa Rica y el Open, el G2 de Chile y la participación local del G2 de Mar del Plata, ahora sin wild cards en función del 2022, sin rozar en las fechas del Pan Am Series ni President’s Cup y con la misma situación que el año anterior, la celeste y blanca se subió a lo más alto del podio, solo con trabajo, talento y esfuerzo.