Este sábado 5 de diciembre la Federación Costarricense de Taekwondo (FCT) otorgó el 10° dan nacional al pionero de su Taekwondo: Aquiles Won Kun Yang, quien en 1972 sembró la semilla del arte marcial en un grupo de universitarios.
La ceremonia se desarrolló en el Salón Cariari del Country Club, en Heredia; donde también estuvieron presentes los primeros alumnos del gran maestro, el presidente de la FCT, Wilmar Alvarado; el embajador de la República de Corea, Chan-sik Yoon, y la cónsul Sujin Park.
«Él también es el fundador de la comida y cultura coreana en este país. Fue el primer coreano en llegar aquí», dijo el embajador Chan-sik Yoon a MASTKD.
Manuel Estrada, alumno del gran maestro, aprovechó la ocasión para destacar el aporte cultural que hizo su profesor. El médico veterinario aseguró que Yang aportó en temas como el idioma, literatura, gastronomía, filosofía, entre otros.
«Para mí fue muy importante en la formación personal mía y del grupo. (…) El rol de mis padres fue muy importante, (…) pero definitivamente la influencia del profesor Aquiles Yang fue fundamental en mi formación. Te diría que más de la mitad de mis bases se las agradezco a él y a don Orlando Madrigal, quien fue mi profesor de Judo», destacó Estrada.
El camino del homenajeado fue extenso, quebrado, difícil, pero -en retrospectiva- exitoso.
Según el relato del propio Aquiles Won Kun Yang, él nació en un pueblo de lo que hoy es Corea del Norte, después de la Segunda Guerra Mundial tuvo que refugiarse en el sur, se enlistó al ejército de su país y formó parte de la división de paracaidístas. Es un boina verde.
«Él venía del éjercito coreano, del séptimo batallón de paracaidismo de boinas verdes y él traía toda esa experiencia. Entonces es un tipo duro en su formación, lógicamente con esos valores que yo le digo; decía: mucha disciplina», contó Alejandro Chacón Zumbado primer cinturón negro que hubo en el país y único costarricense con medalla mundial en Kyorugi Sénior, el bronce del 75.
Llegó a Costa Rica con 26 años -no lo dice con rotunda seguridad, pero intenta buscar en los espacios recónditos de su memoria y reafirma la edad-. Lo que sí mantiene nítido es el momento cuando se apareció en el gimnasio de la Universidad de Costa Rica (UCR) con su dobok perfectamente doblado y ofreciéndole lecciones a un grupo de judocas.
En aquel momento, el posicionamiento del arte marcial moderno fue diciendo que era ‘karate coreano’ -cuenta entre risas uno de sus alumnos, José Naranjo-.
«Como actividad deportiva, el profesor comenzó a desarrollar una gran cantidad de alumnos para seguir adelante. Uno tomaba la actividad deportiva por un semestre, pero seguimos practicando por el resto de la vida. El profesor Aquiles no solo nos enseñaba Taekwondo, el profesor Aquiles nos enseñó el amor al arte, los valores de los espíritus y eso nos ayudó mucho en el desarrollo personal y profesional», rememoró Naranjo, que empezó a practicar a los 15 años, cuando su hermano German lo llevó a la clase.
Yang, quien actualmente es misionero y pastor evángelico de una comunidad de más de 100.000 fieles en Cuba, estuvo en Colombia antes de radicarse en el país y aprovechó la despedida de sus alumnos, el sábado anterior, para orar en círculo con ellos.
«Señor, te agradezco por este momento. Te pido, Señor, que me dejes volver a vivir con ellos en la eternidad. Estoy muy feliz de estar con ellos en este día, nuevamente, son mis hermanos, son mi familia. Gracias señor», agradeció el pionero mientras con cubrebocas y los ojos cerrados él y sus alumnos cerraron un círculo abrazados.
Fue misionero en Cuba, otras islas del Caribe, la India y diferentes lugares de latinoamérica. Sin embargo, dice que su hogar, en este momento, está entre Miami, Cuba y Costa Rica.
«Cuando era más joven era más activo físicamente con el Taekwondo. Ahora soy más activo espriritualmente», cuenta Yang, de 79 años, a este medio de comunicación.
El presidente de la FCT, Wilmar Alvarado, aseguró que el homenaje es ‘muy merecido’, porque la semilla sembrada hace 50 años vino a florecer para aportarle a la sociedad de forma física, mental y culturalmente.
«Hoy el Taekwondo funciona para críar mejores jóvenes y personas en general en una agitada y diferente sociedad. (…) Realmente destacaría la unión, la armonía que hay en el Taekwondo de Costa Rica y cómo los valores han sobrevivido a las generaciones. Creo que estar aquí con grandes maestros y miembros de la embajada de Corea representa la unidad con la que estamos trabajando», destacó Alvarado.
Randall Fernández, 8vo dan, gestor deportivo de la FCT y alumno de ese laureado y querido maestro; realzó la importancia del eterno compromiso que deben tener los practicantes con sus profesores: siempre rendir honor.
Fernández y los otros compañeros, enumeraron las características de Yang y coincidieron en que es humilde, disciplinado, dispuesto a romper cualquier límite y profundamente espiritual.
Alejandro Chacón Zumbado fue quien le puso el cinturón negro al maestro Aquiles y el acto per se funcionó para que el coreano agradeciera por el gesto.
«Antes, siempre yo daba el diploma a ustedes. Hoy, ustedes me dan el diploma y el cinturón. Cuando lo pienso es como en las familias: los padres cuidan a los niños , pero cuando los padres están viejos, los niños cuidan a los padres, ¿no? Aquí es igual: ahora yo estoy viejo y ustedes están cuidándome», expresó el gran maestro Aquiles Won Kun Yang inmediatamente después de ser galardonado.