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La libertad de expresión es uno de los derechos más privilegiados que tenemos como seres humanos. Sé que es utópica en muchos lugares, pero es maravillosa.
Creo que la libertad de expresión y pensamiento en el Taekwondo jamás se explotó tantísimo como en estos días.
El contexto global de cuarentena, internet y una comunidad hambrienta de ocio y conocimiento, abrieron una puerta: los webinarios de Taekwondo.
Entiendo de los torneos. Lo entiendo por razones económicas, sociales, hasta de entretenimiento.
Entiendo que los webinarios o conferencias se hacen por capacitación y distracción. Pero, paradójicamente, en sí hay muchas conferencias que no entiendo.
Basta con entrar a Facebook, Youtube o Instagram, mencionando algunos, para encontrarnos ‘Live’ o enlaces a Zoom, Teams o Skype.
Sí… me encanta. Me genera satisfacción que diariamente el Taekwondo posiciona más minutos y material en internet.
Me encanta saber que está explotándose una brecha que ni el fútbol aprovecha en estos días porque simplemente es incapaz.
Pero me preocupa algo muy serio: ¿qué estamos consumiendo? ¿Realmente quiénes están empoderándose de la turbulencia diaria? O más importante aún: ¿a quiénes estamos empoderando?
Está de más aclararlo, pero por si las dudas: el Taekwondo es un ambiente de egos. Usted, yo y todos lo sabemos.
Los más fracasados son los que profesan y resaltan el valor de la humildad, pero los que menos la utilizan. Esos sobran por todo el mundo.
Son aquellos que se esmeran por hablar de ‘yo’. «Yo hice, yo soy, yo hago, yo pienso, yo aconsejo, yo, yo yo». No se preocupan por más que hacernos creer que son la salvación del Taekwondo.
¿Lo peor? Están empoderándose, porque están siendo escuchados.
Es por eso que durante estos días debemos tener cuidado con: qué escuchamos, cómo lo aprendemos y enseñan, a quién escuchamos y, sobretodo, cuánto valor le damos.
Existen pasos para detectar noticias falsas. Pero si los aplicamos para detectar conferencias malas, podríamos:
- Ahorrarnos tiempo
- Dolores de cabeza
- Mala educación
- Empoderar el ego de algún ignorante
- Resaltar el trabajo de conferencistas serios y preparados
Ahora, ¿cómo sabemos cuando una conferencia no es mala y solo empodera al ego del expositor?
Primero: analice realmente cuáles son los logros de trascendencia que tiene ese expositor o anfitrión, autocritique cuán claro es en la explicación, ¿tiene metodología básica de enseñanza?, ¿todo lo que me dice es útil?, pregúntese a sí mismo: ¿cuál es la base académica de este tema?, ¿quién es este expositor?
Quizá las respuestas le hagan caer en razón y con ello se dé cuenta que esa charla, seminario o webinario es solamente un inflador del ego o por el contrario le convenzan que usted debe estar ahí. Básicamente es separar la grazna del caché.
Hoy, más que nunca, el Taekwondo encontró un nicho para profesionalizarse, para profesionalizar su comunidad.
Estamos absorbiendo conocimientos de verdaderos profesionales y expertos del Taekwondo.
Avanzamos hacia una profesionalización más seria y estándar, con base científica, de personas preparadas como Fernando Akilian, en el tema de educación; Darío Bonfante, en desarrollo deportivo; campeones mundiales y olímpicos dando clases con fundamentos básicos en el Instructor’s Squad, como Dragan Jovic, el genio serbio que tiene una fábrica de campeones; la campeona del mundo de Poomsae Elif Aybüke Yılmaz, de Turquía, con entrenamientos de técnica, la leyenda iraní, Yousef Karami y destacados dirigentes exponiendo las diferentes estrategias para enfrentar la pandemia; son algunos ejemplos de un plan presentado coherentemente con un fin determinado: mejorar nuestro arte.
Hoy, tenemos el poder de fortalecer al Taekwondo, por favor: no lo desaprovechemos empoderando el ego de unos cuantos. Eso solo depende de cada uno y su criterio de cuán bien y seriamente quiere aprender.
Esteban Mora, Exclusivo MasTKD.com