El Traktor Arena fue testigo de cada grito que dejó sin respiración a más de uno en la tribuna. ¡Claro!, la respiración se iba pues el que estaba en el tapiz deleitando a todos era el Rey.
151 giros en seis combates es un volumen muy alto de rotación por pelea, lo cual deja de promedio 25 por actuación.
Aunque otorgarle espacio es un riesgo que puede ser un pecado capital, Servet solo empalmó 39 puntos de giro al peto (13 rotaciones) y 12 unidades por giro a la cabeza (solo tres).
Los que creyeron posible destronar al Rey jugándole el fuego con fuego, fueron Ivan Puresevic y Terrence Jennings, de Serbia y Estados Unidos, respectivamente.
El serbio intentó conectar seis giros, mientras que el estadounidense lo hizo en cinco ocasiones; el que menos arriesgó en las seis peleas que tuvo el campeón -68, fue Vladimir Dalakliev, de Bulgaría, girando una sola vez. Sin embargo ninguno de los seis oponentes del otomano logró pegar uno.
Servet fue sancionado con medio punto 11 veces, lo cual significa que le cedió cinco puntos a sus rivales, mediante esta vía.
Sin embargo la alegría para Servet como para sus fanáticos nace cuando al hacerse con el oro en la Vertiente Ural, el turco, prácticamente, consiguió visar su boleto a Río 2016, pues cazó los 120 puntos del bote que estaba en juego en el G12.
Esteban Mora, Exclusivo MasTKD
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