El 5th World Taekwondo Championships, Guayaquil 1982 tuvo mucha calidad en lo deportivo gracias a sus participantes, donde Corea, como no, volvió a mostrarse intratable y fue la campeona por equipos.
Algunos de sus míticos campeones finalizaban aquí una gloriosa trayectoria, como es el caso de Yong Kim-Ki con su tercer campeonato mundial consecutivo, Oh Sung Park con su segundo o Kim Sang Chum, también con su segundo mundial. Otros comenzaban su gloriosa carrera como Chang Myung Sam o el terrorífico Jeong Kook Hyun, que dio comienzo a su legendaria trayectoria.
Este párrafo dedicado a los increíbles coreanos no quita que atletas de otros países también brindaran grandes batallas, principalmente mexicanos y españoles, quienes se encargaron de equilibrar la balanza. México con cinco medallas (tres de plata y dos de bronce) y España con siete metales (dos de plata y cinco de bronce), clasificaron en cuarto y quinto lugar respectivamente.
También se destacó Estados Unidos con una medalla de plata y cuatro de bronce, lo que los ubicó en el sexto lugar.
Ecuador con una medalla de oro y otra de plata fue Subcampeona y Alemania con una medalla de oro y dos de bronce fue tercera.
José Cedeño en -48 Kg. por Ecuador y Dirg Jung por Alemania en +84 Kg. fueron los únicos no coreanos en alzarse con el “Título Mundial”.
Un gran campeonato mundial con magníficos combates, donde destacaron grandes nombres propios, aparte de los ya referidos.
Por México, Oscar Mendiola con su segunda final consecutiva, aunque en esta occisión tuvo que conformarse con una valiosa plata. Ignacio Blanco también finalista y sobre todo, Cesar Rodríguez Luna, a quien privaron de ser Campeón Mundial.
Cesar puso todo lo que había que poner e hizo meritos suficientes como para salir ganador, pero los árbitros no fueron lo suficientemente valientes para así determinarlo. El ambiente era una olla a presión y el ganador fue el de casa. El público una vez terminado el combate y dado el triunfo a Cedeño, saltó a la pista enfervorecido para llevarse en volandas a su Campeón.
Algo muy parecido pero aún más descarado ocurrió en las semifinales entre el ecuatoriano Duvan Canga y el español Francisco Garrido, pero con consecuencias que pudieron terminar en hechos muy graves, ya que la delegación en pleno de la Selección Española (competidores, técnicos y federativos) hicieron plante en la pista para mostrar su total desacuerdo ante la decisión de dar vencedor Duvan Canga.
El ambiente se fue enrareciendo y mostrándose cada vez mas hostil, con conatos de saltar a la pista a desalojar por la fuerza al plantel español.
Por suerte la historia no pasó a mayores y el campeonato pudo continuar, aunque tuvo que intervenir la policía para la protección del plantel español. Fue algo que jamás debió ocurrir, ya que lo que cuentan quienes allí estuvieron, es que pasaron momentos de angustia y preocupación, viendo en peligro su propia integridad física.
Tanto Cesar Rodríguez como Francisco Garrido, tuvieron que conformarse, muy a pesar suyo, con las medallas de plata y bronce respectivamente, pero los dos demostraron al año siguiente en el “6th World Taekwondo Championships, Copenhagen 1983”, que eran de los mejores en ese momento. Pero esa es otra historia que algún día comentaré.
A pesar de estos polémicos combates, hubo otros de gran emoción y belleza como la final de los gallos entre Jesús Benito y el coreano Yong Kim-Ki, o la del alemán Dirk Jung con el estadounidense Kim Royce. De esta manera el Taekwondo se fue afianzando como un gran evento mundial.
Ser Campeón Mundial era lo más grande que se podía alcanzar, y estos guerreros se preparaban para cumplir ese sueño sacrificándose al máximo de sus posibilidades para conseguirlo.
Para dejar su nombre grabado entre los más grandes de la historia debían derramar sangre, sudor y lagrimas. Peleaban por su patria, por su honor y por la gloria del reconocimiento eterno. Por eso es de justicia reconocer su gran esfuerzo en la lucha y por abrir camino a toda las generaciones posteriores.
Por eso también hare mención a lo injusto que es que las estadísticas le nieguen al español Francisco Fonseca su participación y su medalla de bronce en este Campeonato Mundial. En su lugar la WTF nombra al también español Rafael Devesa. Sin duda otro gran Campeón, pero no fue él quien fue seleccionado y peleó en Guayaquil en el peso pesado. Ese merito hay que otorgárselo a quien si lo hizo, Francisco Fonseca.
A quien le competa debería tomar nota y arreglar ese fallo a nivel estadístico, sólo por justicia de lo que verdad fue y pasó. Para algo estos guerreros lucharon y se partieron el pecho allí donde fueron reclamados. Al Cesar lo que es del Cesar.
El Mundial de Guayaquil estuvo lleno de luces, pero entre ellas hubo alguna que otra sombra.
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José Torralvo, Exclusivo MasTKD
MasTKD.com
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