El miércoles llegó y el semanario no se publicó
A pocos les extrañó, pues el fauno es wevón.
Nadie sabía lo que había pasado
Hasta que una nota hallaron en su cuarto:

«Me lleve al fauno por pinche tragón,
Además siempre quise aprender Taekwondo»

La muerte confiada creyó que tenía un maestro,
Jamás imaginó que para enseñar, el fauno es un menso.

«Te cargué hasta aquí para que me enseñaras a pelear
Y desde que llegaste no has parado de llorar.
Maldito fauno, no sirves para nada.
Regreso a la tierra, estoy muy enojada.
Debe haber alguien que sea un buen mentor,
Lo voy a traer causándole mucho dolor».

La flaca llegó a la tierra vistiendo su cinta negra
A muchos se llevó y nadie le dio pelea.
No sabía artes marciales, pero era muy buena.
Con su guadaña pegaba y las peleas ganaba.

La parca descansa ahora muy tranquila en sus aposentos
Los taekwondoínes muertos ya se cuentan por cientos.
Si tú sigues vivo, que suerte la tuya, seguir pateando podrás
Y anda con cuidado, quizá el próximo año no te escaparás.

 

@ChavaPerezFauno
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