Sagastume representó a Guatemala en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 y Atenas 2004, siendo protagonista de un hecho histórico para nuestro deporte, ya que protagonizó el primer combate olímpico “oficial” de la historia en el match entre Guatemala y Filipinas de la categoría Fly (-58 Kg.).

Luego de retirarse como competidor a finales de 2007, trabajó varios años como Entrenador de la Selección Nacional de su país y tuvimos la oportunidad de poder disfrutar de un artículo de su autoría, que se publicó en masTaekwondo.com llamado: Diferenciación entre peleadores Tácticos-Estratégicos y Mecanizados-Autómatas

En este nuevo trabajo del guatemalteco, se adentrarán en sus propias vivencias en Corea del Sur y en como afrontó varias concentraciones en la cuna del Taekwondo, cuando era un deportista que soñaba con poder ser parte de un Juego Olímpico.

El Taekwondo de Corea desde los ojos de un occidental

Recuerdo el año 1997, cuando con 14 años de edad, tuve la oportunidad de viajar por primera a Corea con mi equipo nacional. Todo era una experiencia nueva, tomar el vuelo de Korean Air y aterrizar en el aeropuerto Kimpo Airport de Seúl, ya que el increíble monstruo que hoy es Incheon Airport, aun estaba en construcción.

Una verdadera aventura en Seúl. Recuerdo que después de dos días de vuelos y escalas, llegamos a las 2 de la tarde y ya sabíamos que a las 3 teníamos nuestro primer entrenamiento. Apenas si nos dio tiempo de cambiarnos y colocarnos el Dobok para salir corriendo hacia nuestra primera sesión de combates. No podíamos desperdiciar el tiempo.

Por la mañana las extenuantes preparaciones físicas de carreras interminables bajo el frio y neblina que azota a Seúl durante el mes de noviembre eran muy duras, pero al mismo tiempo, era motivador escuchar los gritos al unísono de auto motivación que los deportistas realizaban en la pista. Por la tarde nuevamente se realizaban entrenamientos que se hacían ver como un juego para los coreanos. Para nosotros no quedaba energía más que para entrenar, comer y dormir.

Poco a poco comenzaba a entender de que se trataba todo eso, hasta que abrí mis ojos a la esencia del arte marcial más practicado en el mundo: El Taekwondo WTF.

Sesión tras sesión y día tras día, analizaba el porque la diferencia entre ellos y nosotros. La calidad de sus gestos técnicos, su ligereza y relajación durante los combates, su facilidad para resolver problemas y capacidad para remontar marcadores adversos.

Pasé por diferentes universidades, desde Yong In hasta Kyung Hee, donde disfrutaba viendo equipos multitudinarios realmente agresivos y dispuestos a destrozar a cualquier extranjero que llegara con intención de querer hacer valer su actitud y carácter. Algo que comencé a admirar y respetar, intentando tomar mucho de sus actitudes.

En mis ratos libres me distraía en el internet cerca del hotel donde hice buenos amigos. Amigos con los que compartíamos muchas cosas como por ejemplo comer los deliciosos kimbap de atún después de las extenuantes sesiones de entreno de tres horas de duración cuando decidía ir al highschool, Che Gu para mejorar mi resistencia y técnica.

Fines de semana que hecho de menos. Ir a el Centro Comercial Lotte en Jamsil, tras media hora de viaje en metro subterráneo, o mis visitas a los cines del Coex Mall, hacían escapar mi mente y prepararla para el día lunes, iniciar nuevamente el trabajo en busca de mi objetivo: Poder estar en los Juegos Olímpicos representando la bandera de mi país y peleando por una medalla.

Luego de varios viajes y evolución, tras estadías de más de un año viviendo en Corea y entrenando junto a ellos, fui testigo de grandes combates y atletas que pasaron dejando sus sueños y esperanzas. Equipos que en la búsqueda de evolución pernoctaban largas temporadas en el país asiático buscando la excelencia tal como lo estaba haciendo yo.

Me emocionaba el hecho de estar en una de las mejores universidades del mundo entrenando a la par de los mejores exponentes, donde el simple hecho de ver en las paredes los cuadros de los atletas que habían logrado épicos triunfos, me hacían motivar, pelear y corregir minuciosamente mis errores, ya que la mentalidad de éxito y perseverancia, son imprescindibles al estar allá.

El poder ver los diferentes tipos de entrenamiento de la base militar Sang Mu, me regaló uno de los mejores recuerdos que guardo de Corea, ya que allí me hice muy amigo de Lee Soon Tae, un gran deportista de la categoría Bantam, quien desinteresadamente me ayudaba a corregir mi gesto técnico, mi step y mi timming. Posteriormente fue convocado para el S1 (Samsung 1), que es el mejor club privado de Corea, donde entrenan la mayoría de seleccionados nacionales. Por esos días mi amigo Lee Soon Tae conquistaba el Campeonato Asiático de Taekwondo. Lo último que supe de él, fue que era el entrenador del Highskool de Incheon.

Fui testigo de enfrentamientos entre clubes como Kogas y Samsung, verdaderas batallas por ser los mejores del país. Combates en el Olympic Park para confirmar la titularidad de las selecciones nacionales. Selectivos a puertas cerradas de cara a los Juegos Olímpicos, tal como sucedió en el año 2004, donde a pesar de tener un excelente atleta clasificado (dos veces campeón del mundo) como Koo Dae Hyu, lo obligaron a participar del selectivo, cayendo frente al aspirante para ocupar su lugar y quedando afuera de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, en un cerrado combate donde lo definió un punto de tuit chagui en guardias abiertas. Cuatro atletas disputaban la plaza ya ganada en el clasificatorio mundial, cualquiera de esos cuatro era capaz de ser campeón olímpico, peleando a muerte para poder estar allí.

Por un lado los días se hacían largos fuera de las sesiones, pero a su vez, el tiempo era corto para los Juegos Olímpicos. Continuamente pensaba: ¿Donde estaba el secreto de tan perfecta evolución? ¿Porqué ellos lo hacían tan fácil?

Entendí que de millones de practicantes ellos sacan lo mejor de lo mejor. Millones de practicantes tienen los mejores modelos técnicos para imitar y esto va generando una herencia perfecta de pateo, porque en millones de atletas no importa el sobreentrenamiento, ni la metodología científica perfecta, simplemente se pasa al siguiente atleta que está en espera de una oportunidad.

El estilo de combate es realmente lindo de apreciar y ellos son los que en definitiva hacen bello este deporte. Parece una danza sobre el tapiz que se vuelve una especie de juego agresivo y contundente, donde gana el que este en su día, gana el que no cede espacio desde el principio al fin, donde la tensión del combate es casi imperceptible, pero en realidad, hay que estar allí dentro para poder saborearla y soportarla.

Actualmente me pregunto: ¿Qué fue lo más importante de mis temporadas allá? ¿Que fue realmente lo que me quedó de eso?

Sin duda alguna lo más importante para mi fue el forjar el espíritu indomable que caracteriza al atleta de Taekwondo, el estar solo con uno mismo, el ver introspectivamente ¿Qué quiero? ¿Porqué estoy acá? ¿Donde quiero llegar? ¿Cómo lo voy a lograr? Y todo me llevaba a una sola conclusión: Todo esto lo hago por el objetivo de estar en los Juegos Olímpicos.

El secreto no pernocta en ninguna parte, claro está. Los fogueos, las programaciones y metodologías son fundamentales, pero a decir verdad, el secreto de la evolución está en uno mismo, en su mente, en sus momentos de soledad, después de las sesiones de entrenamiento, al ponerse hielo en las contusiones y pensar en que fallé y no volver a cometer los mismos errores. En autocriticarse constructivamente y autoanalizarse detenidamente, de decir, si tuve las suficientes agallas para hacer el ataque que tenia en mente o dudé. No en ver afuera, no en buscar excusas, en ese momento los entrenamientos harán su efecto en el atleta y se dará cuenta que el tiempo es corto y no puede seguir diciendo: “la próxima”, porque posiblemente no haya próxima, ya que como bien se sabe, un triunfo es cuando se combinan tres cosas: Preparación, Coraje y una Oportunidad.

Por otro lado cabe resaltar las estrategias y la vanguardia de Corea, desde el cambio de guardias abiertas a cerradas, los encadenamientos con giros, del directo al adelantado, del cortar al recortar, del llevar el pressing, el timming y demás, cosas que se puede extraer analizando, pero la diferencia ¿en donde radica?.

  • Cabe destacar, como dije antes, el increíble volumen de atletas, que para sacar una selección de 16, tuvieron que pasar innumerables filtros.
  • Gestos técnicos bien mecanizados debido a grades volúmenes de trabajo durante etapas tempranas.
  • Biomecánicamente hablando técnica muy perfeccionada debido a los modelos que lo transmiten.
  • Competitividad interna (cada 2 o 3 semanas torneos internos entre universidades, highscools, etc.).
  • Capacidad de hacer fácil y simple las cosas complejas por lo común de la competencia y situaciones tácticas complejas que experimentan diariamente.
  • Analíticos dentro del tatami con una gran inteligencia emocional para poder resolver una situación táctica complicada en cualquier momento y darle vuelta al marcador.

Haciendo un paréntesis, cabe destacar que los sistemas de entrenamientos no son lo más metodológico del mundo que se diga, ni tampoco lo más efectivo para cierto somatotipo occidental, pero el fogueo es interminable y el aire de motivación se respira en la sala.

Algunos dirán, “Ya no son los mejores del mundo y el nivel competitivo mundial está mucho más parejo”, pero no pueden negar que su tipo y estilo de combate es lo más fuera de serie que existe y lo más lindo de apreciar.

Lógicamente, hay competidores de talla mundial con estilos definidos, muy certeros y con una gran capacidad y efectividad, que con esto no les quito su merito, pero a decir verdad, toda la vida he sido un amante y aprecio este arte marcial como lo que es:

El arte marcial más bello del mundo, y espero que la evolución del arte a deporte, no nos quite nunca la capacidad de poder apreciar la belleza de su esencia, sino todo lo contrario, que esta evolución sea lo que consolide nuestro arte en la posteridad del Olimpo.

Gabriel Sagastume, Exclusivo masTaekwondo.com