Seis ediciones han visto la luz desde aquel primer mundial de cadetes en Baku y este mundial ha pasado por tres continentes hasta llegar a la última edición en este año en Sarajevo.
Siempre he dicho que el mérito de los resultados en cadetes es, en mayor proporción, un mérito de sus escuelas, pues es en donde han entrenado la mayor parte del tiempo considerando que son una minoría por la edad y el grado que deben de ostentar para poder competir a ese nivel.
Justo por lo que acabo de comentar arriba no es raro que un país como México, que ostenta el segundo lugar en número de cintas negras en el mundo, sea uno de los países a los que mejor les va en la categoría, pues desde la primera edición, y en todas ellas, hemos tenido a mexicanos peleando finales en este campeonato y, excepto en las primeras dos (2014 y 2015), la delegación mexicana ha regresado con al menos una medalla de oro de este certamen, pero no sólo eso, de las cuatro ediciones restantes México a vuelto en dos de ellas con más de un oro y eso es algo inédito para nuestro país al menos en juveniles y lo había sido en senior hasta antes de Guadalajara 2022.
Pero hablando de cosas inéditas podemos mencionar una más que se dio en este último mundial y que es algo que no sólo ningún mexicano ha logrado, sino que ningún varón en la historia de la humanidad había conseguido tampoco: dos medallas de oro en el campeonato mundial de cadetes.
Quizá muchos recuerden la coyuntura que vivieron los miembros de este equipo mexicano hace un año, yo mismo hice una semblanza al respecto de todos los atropellos y cosas que habían estado mal antes y durante el proceso de selección, pero no sólo eso, sino incluso ya una vez que el equipo debió de haber estado en Bulgaria (sede del anterior mundial de cadetes). La historia es vieja, pero por si han estado viviendo bajo una roca, aquí la pueden encontrar:
La sorpresa el año pasado, a pesar de que hubo miembros del equipo que no lograron llegar al primer día de competencia, fue que México tuvo una excelente actuación con cuatro medallas: dos oros y dos bronces, la estrellita de ser el único país de América junto con Estados Unidos en conseguir presea en la justa, pero además el diploma de mejor competidor del evento y justo de eso vengo a hablarles después de to este breviario cultural…
Guillermo Manuel Cortés Labastida, a quien llamaremos “Kato” por el resto del artículo, se coronó campeón del mundo de cadetes aquella tarde en Bulgaria y además fue justo él quien se llevó el trofeo de mejor competidor. El logro no es menor, a pesar de que México ya tenía campeones mundiales en cadetes, siempre una medalla de oro en un evento de este tipo es de celebrarse.
Pero la mayor hazaña de Kato no fue esa sino que este año y con una nueva disposición en las categorías de cadetes, haciendo el switch de peso a estatura y siendo el primer deporte de combate que instaura esta disposición de manera oficial en un campeonato del mundo, volvió a colgarse la medalla de oro sin perder un solo round en la jornada.
Esto sí es una hazaña digna de reconocimiento por varias razones, la primera y más obvia es que no hay un mexicano con dos medallas de oro en campeonatos mundiales en ninguna categoría o combinadas, simplemente es algo sin precedentes. Además el hecho de que esto se haya logrado en cadetes es un hito por lo que representa la categoría: es muy, pero muy poco tiempo el que un atleta tiene para competir aquí, la gran mayoría de atletas sólo logran hacer un ciclo, o sea, un mundial, entonces el asistir a dos campeonatos mundiales ya es de por sí algo poco común.
Hablemos ahora directamente del bicampeonato: Kato es el primer varón del planeta y actualmente el único que lo ha conseguido. Existen dos mujeres que ostentan dos oros en campeonato mundial de cadetes, las dos de Irán: Mahla Momenzadeh que se subió a lo más alto del podium en 2014 y 2015; y Hana Zarrinkamar Roudbari que al igual que Kato logró la hazaña en 2022 y 2023.
De ahí en fuera no hay nadie más que haya podido ganar dos oros en cadetes. Claro, existen ejemplos de gente que ha ganado oro en cadetes y juveniles (5 en total: Zahra Pouresmaeilkarani, Mobina Nejad Katesari, Abolfazi Abbasi Pouya, Mobina Nematzadeh y Natkamon Wassana, los primeros cuatro de Irán y el último de Tailandia), también en juveniles y adultos (aquí la lista es muy larga, pero podría destacar a Steven y Diana López, Brigitte Yagüe, Natalia Silva y a Sarah Chaari, esta última logrando la hazaña el mismo año) y un caso único y especial de alguien que ganó oro en un campeonato mundial de cadetes y también en uno de mayores: el italiano Vito Dell’Aquila.
Al ver el nombre todas estas figuras yo podría teorizar que Kato es una estrella naciente, pero también de acuerdo a las estadísticas hay que darnos cuenta de que el camino que falta es largo y tortuoso. En nuestro país los saltos entre categorías suelen ser difíciles para muchos, ya sea de cadete a junior o de junior a senior… Así que las pruebas verdaderas están por venir.
El nombre de Kato en este momento ya ocupa un lugar en la historia del taekwondo mexicano y espero que dentro de unos años pase de ser una estrella naciente a un referente dentro de nuestro deporte.
Los oros mundiales son rarísimos para México en cualquier disciplina y dos oros consecutivos es una cosa que simplemente no se ve, eso es lo que se debe destacar en esta ocasión y es el mérito que tiene Kato junto a sus profesores y su escuela, porque como lo dije al principio: en fuerzas básicas los eventos nacionales e internacionales por igual son realmente un termómetro del nivel de los clubes, así que le envío una felicitación a todos ellos.
En este momento no se debe relajar ni dar nada por sentado, México tiene un equipo nacional cuyo promedio de edades ya es más grande que la media histórica de quienes han ocupado esos puestos como los máximos representantes de nuestro taekwondo, así que es la sangre nueva como Kato y toda su generación la que me hace pensar que hay esperanza de un futuro mejor para este deporte en un país ávido de resultados y de héroes que marquen el camino.
Los campeones mundiales de cadetes que ha tenido México actualmente están perdidos en las páginas de la historia, no ha habido uno solo que haya logrado entrar a selección mayor después de esto, o sea que la lucha será también contra la misma historia y sólo quienes la vencen son quienes son dignos de entrar en ella.
Ojalá que esos dos oros mundiales algún día se multipliquen, yo me conformo con uno más dentro de cinco años.
Viene una siguiente etapa de junior, hay que disfrutarla al máximo porque también es corta y después de eso, después de eso entonces viene adultos y la oportunidad de brillar en la eternidad…
@FaunoBastard