Juan David Vélez Arredondo

Nutricionista Deportivo
Selección Antioquia de Taekwondo, Colombia
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Nuestro sistema inmune es el encargado de protegernos de los virus que causan las infecciones, pero según nuestra genética algunas personas pueden ser más propensas a las infecciones que otras.

También hay que tener en cuenta que el riesgo de enfermedades infecciosas igualmente aumenta o disminuye por lo que comemos, por la actividad física que hacemos, la higiene personal y cuán bien dormimos.

En este caso, un porcentaje importante de la población de riesgo ante la pandemia del coronavirus tienen relación con la nutrición y el sedentarismo, como son personas con diabetes, hipertensión, enfermedades respiratorias, cáncer o enfermedades cardiovasculares.

 

 

Según la Sociedad Internacional de Inmunonutrición (ISIN), este momento en el mundo debe mejorarse la ingesta de antioxidantes y los nutrientes asociados.

La ingesta se consigue con una alimentación equilibrada y colorida con énfasis en frutas y verduras, para aumentar nuestras defensas.

En cuanto a la población con mayor riesgo, la evidencia científica muestra que incrementar la ingesta de ciertos micronutrientes pueden mejorar la inmunidad específica, precisamente la encargada de generar más anticuerpos.

 

 

  • Zinc (30 mg – 220 mg/día): en algunas investigaciones, la combinación de zinc con otros compuestos a bajas concentraciones ha inhibido la replicación del coronavirus del SARS (SARS_Cov).
  • Vitamina E (134 mg – 800 mg/día): en animales, la carencia de vitamina D y E en terneros causo infección bovina con otros coronavirus.
  • Vitamina C (200 mg – 2 g/día): Las altas dosis diarias (hasta 1000 mg) de vitamina C generalmente no están justificadas, pero las personas que participan en un entrenamiento intensivo y / o ambientes fríos pueden obtener algún beneficio para prevenir las infecciones respiratorias.
  • Vitamina D: y especialmente, para aquellos que presentan bajos los niveles de se recomienda una ingesta de 10 μg – 100 μg/día. Se sospecha que las personas infectadas con el virus en la pandemia actual podrían tener una deficiencia de vitamina D.

 

 

Según el profesor Michael Gleeson, de la Universidad de Loughborough, ex presidente de la Sociedad Internacional de Ejercicio e Inmunología; existen diversas estrategias nutricionales que podemos implementar fácilmente para ayudar a minimizar nuestro riesgo de infecciones del tracto respiratorio. Hay dos factores principales que influyen en nuestra posibilidad de contraer una infección del tracto respiratorio: uno es el grado de exposición al virus (por eso el aislamiento social) y el otro es el estado de nuestro sistema inmunológico.

Hay una premisa importante que nos dice Gleeson y es que “no se puede fortalecer el sistema inmune más allá de lo normal, pero se puede evitar que se debilite” por eso el estado nutricional previo  de la persona juega un papel muy importante en la defensa contra las enfermedades infecciosas.

 

Traducido de: Sports Science Exchange (2019) Vol. 29, No. 198, 1-7

 

Aparte de las recomendaciones de aumentar el consumo de frutas y verduras, también debemos Incorporar probióticos, estos los encontramos en alimentos como los yogures, kéfir, lácteos fermentados y en algunos suplementos; algunos estudios bien controlados en niños, adultos, atletas de resistencia y ancianos han indicado que la ingestión diaria de probióticos produce menos días de enfermedad respiratoria y una menor gravedad de los síntomas de infección.

Evitar déficits de proteína y micronutrientes, las personas que hacen dietas rápidas y pierden peso rápidamente son más propensas a las infecciones. Las defensas contra la infección dependen de un suministro adecuado de nutrientes (vitaminas, ácidos grasos polinsaturados, etc.), dado que la respuesta inmune se debilita por una nutricion inadecuada, lo cual ha sido confirmado en estudios en humanos y en modelos experimentales. Igualmente dormir mal, el exceso de alcohol y consumo de drogas pueden debilitar nuestro sistema inmune.

Hemos hablado mucho del sistema inmune, pero ¿Qué es el sistema inmune?

 

Es el encargado de defender nuestro cuerpo de microorganismos como virus, bacterias, hongos, entre otros. El sistema inmune puede dividirse en términos generales en inmunidad innata y adquirida. Ante un microorganismo posiblemente dañino la primera barrera es la piel y las membranas mucosas y en la segunda línea de defensa se activa el sistema inmune innato, este comprende células llamadas fagocitos (p. Ej., Neutrófilos, monocitos, etc.) que ingieren y matan microorganismos.

La tercera línea de defensa, el sistema inmunitario adquirido, es altamente especializado para cada virus o bacteria.

El sistema inmune adquirido comprende los linfocitos que cumplen una multitud de funciones, incluida la producción de anticuerpos y el desarrollo de células de memoria para cuando nuevamente ataque ese microorganismo se pueda montar una respuesta más rápida en la posterior exposición (esta es la base científica las vacunas).

Si bien este esquema es una descripción simple, a nivel de profundidad científica es un sistema muy complejo, algo importante es que los procesos de presentación y reconocimiento de antígenos y eliminación de microorganismos nocivos requieren que las células del sistema inmune innato y adquirido se unan en armonía, ósea siempre trabajan muy entrelazados.

 

Bibliografía 

 

Juan David Velez Arredondo, Exclusivo MasTKD.com