Al salir del lobby del Hotel San José Palacio, en Costa Rica; Mario me contó que estaba próximo a volver a Santiago, porque su hija Allison -una reconocida artista chilena- estaba por tener a su primer hijo.
Me habló del sentimiento, la ansiedad y el deseo por tenerlo entre sus brazos. Lo felicité y nos despedimos en el Best Western Irazú, él rumbo a su habitación para hacer maleta y yo, de vuelta al Palacio de los Deportes para registrar la historia de los que pelean un boleto para Juegos Olímpicos.
El Coronavirus COVID-19 apenas comenzaba a explotar en este lado del planeta. De hecho, estando en Costa Rica, para arrancar el preolímpico, se anunció el primer caso importado. Ajeno al evento, pero generando un estrés que elevó las alarmas.
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Mario sabía que al llegar a su natal Chile debía someterse a cuarentena por 15 días, al menos, para así encontrarse con su nieto y familia entera. Sin embargo, lo que Mario no sabía, es que le tocarían unos tres meses en aislamiento y escabroso contagio del nuevo coronavirus, sin salir del edificio donde vive.
Este es su testimonio, tras superar la enfermedad que mantiene en jaque economías, vidas y países enteros. Un testimonio tan valioso, que empieza por contarnos cómo es vivir sin riesgo a contagiarse por un tiempo que nadie sabe.
Está inmune, pero ni él, ni su doctor tienen idea de cuánto durarán esos anticuerpos.
El vicepresidente por Sudamérica de la World Taekwondo Panamerica compartió este relato con nosotros el 19 de junio del 2020, justo antes de comenzar a donar vida. Mario donará plasma para atender a personas activas de COVID-19.
Escuche su testimonio.
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Esteban Mora, Exclusivo MasTKD.com